En una dura crítica al aparato judicial y legislativo del país, el presidente Gustavo Petro Urrego aseguró que tanto el Congreso de la República como los jueces están obstaculizando el avance de la Reforma Agraria y el cumplimiento del Acuerdo de Paz de 2016, especialmente en lo relacionado con la restitución de tierras a víctimas de despojo.
Las declaraciones fueron dadas al término de la Tercera Sesión de la Comisión Intersectorial Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural, realizada en la Casa de Nariño.
Procesos represados
“No nos están ayudando los jueces en general, precisamente porque no están tomando decisiones sino guardando en el escritorio los procesos”, afirmó el jefe de Estado, al tiempo que indicó que muchas decisiones judiciales se están estancando por colapso judicial, falta de priorización o incluso intervención de despojadores.
Petro lamentó que, a pesar de los avances en otros frentes, la jurisdicción especial agraria —clave para agilizar el acceso a la tierra— siga sin ser aprobada por el Congreso.
Llamado a la ONU
En ese contexto, el presidente anunció que llevará este tema ante el Consejo de Seguridad de la ONU, argumentando que el Estado colombiano está incumpliendo la Declaración Unilateral con la que se comprometió a cumplir el Acuerdo de Paz en su totalidad.
“Para bien hemos logrado cosas, pero también para mal están impidiendo que se cumpla la totalidad del Acuerdo de Paz (…) las tres ramas del poder público están obligadas a cumplirlo”, recalcó.
Obstáculos políticos
Petro también señaló que hay sectores de la clase política que, con sus críticas, buscan frenar el proceso de paz. “Me critican porque yo hago esta denuncia: las decisiones judiciales no las hace el gobierno, que viene siendo acorralado por una clase política que no quiere que se cumpla el proceso de paz”, aseveró.
Balance y proyecciones
El mandatario destacó que su Gobierno ha entregado 569.000 hectáreas de tierra fértil, lo que representa cerca del 20 % de las 3 millones de hectáreas contempladas en el Acuerdo. Su meta es llegar al millón de hectáreas entregadas antes de finalizar su mandato.
Finalmente, advirtió que el futuro del proceso de paz dependerá de la voluntad del próximo gobierno: “Si lo hace trizas, se tira la paz; si lo profundiza, puede consolidarla”.
