La tranquilidad de un evento comunitario en la vereda La Nueva Reforma, en el municipio de Baraya (norte del Huila), fue abruptamente interrumpida por la violencia. Lina María Puentes Vega, reconocida lideresa social, defensora de derechos humanos y buscadora de personas desaparecidas, fue asesinada por presuntos integrantes del frente Darío Gutiérrez de las disidencias de las Farc.
Los hechos ocurrieron en medio de una actividad comunitaria. Sin mediar palabra, los atacantes llegaron al lugar y dispararon en repetidas ocasiones contra Lina María, acabando con su vida frente a los asistentes.
Una vida entregada a la memoria
Lina no solo era secretaria de la Junta de Acción Comunal de su vereda, sino que también integraba el colectivo Tras las Huellas de la Vida, una red que busca reconstruir la memoria de las víctimas del conflicto armado y localizar a los desaparecidos. Su liderazgo y compromiso con la verdad la convirtieron en una figura clave para su comunidad.
Respuesta militar inmediata
Tras el crimen, tropas del Ejército Nacional desplegaron un operativo en la zona, liderado por la Novena Brigada con apoyo aéreo y del Gaula Élite. El enfrentamiento con los responsables dejó como resultado la captura de dos presuntos disidentes heridos, a quienes se les incautaron armas, munición y una motocicleta. Los capturados fueron puestos a disposición de la Fiscalía.
Las autoridades señalaron que este asesinato estaría relacionado con los planes de expansión territorial del grupo armado organizado residual (GAO-r) en la región. La vereda ya figuraba en la Alerta Temprana N.º 022 de 2024 de la Defensoría del Pueblo como zona de alto riesgo.
Dolor y exigencia de justicia
La Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), donde Lina colaboraba como integrante de apoyo, emitió un mensaje contundente:
“Con profundo dolor, lamentamos el crimen de Lina María Puentes Vega. Su lucha era por la verdad y la justicia. Su voz no se apagará”.
La Defensoría del Pueblo y la ONU también condenaron el crimen y exigieron al Estado colombiano fortalecer las medidas de protección para líderes sociales, en especial en territorios rurales.
Lina, memoria viva
Quienes conocieron a Lina la describen como una mujer empática, firme y profundamente comprometida con su gente. Su trabajo por los derechos humanos, por la verdad y la dignidad de los desaparecidos, la convirtieron en una figura de esperanza en medio del dolor.
Su asesinato deja un vacío inmenso, pero también una llama encendida en quienes hoy asumen su legado y continúan su lucha por la vida, la memoria y la justicia.
