Desde la madrugada de este martes, comunidades indígenas del Huila, representadas por el Consejo Regional Indígena del Huila (CRIHU), mantienen una jornada de protesta en el peaje Los Cauchos, sobre la vía que conecta a Campoalegre con Neiva. El cierre es intermitente: los manifestantes habilitan el paso vehicular por periodos de una hora.
La movilización, que forma parte de un pliego de exigencias dirigido al Gobierno Nacional y Departamental, busca llamar la atención sobre el incumplimiento de acuerdos previamente establecidos en mesas de diálogo.
Exigen respeto a acuerdos
Entre las principales exigencias de las comunidades están la eliminación de peajes y básculas en el territorio huilense, la compra de tierras para sus pueblos, el respeto a los territorios ancestrales y la oposición a proyectos extractivos en sus resguardos.
También reclaman garantías para la implementación de los planes de vida indígena, la defensa del medioambiente y el cumplimiento de compromisos pactados en los acuerdos de paz con enfoque territorial. Según voceros del CRIHU, temas como educación y transporte no han recibido respuestas concretas del Estado, pese a haberse planteado en espacios de concertación.
Impacto en la movilidad
La protesta ha generado congestión vehicular en una de las rutas más transitadas del departamento. Las autoridades de tránsito recomendaron utilizar vías alternas como Yaguará–Hobo o Caguán–La Ulloa para evitar mayores retrasos.
El bloqueo también ha tenido repercusiones económicas. La concesionaria Ruta al Sur, encargada del mantenimiento vial de ese tramo, indicó que el levantamiento de las talanqueras ha causado pérdidas cercanas a los 1.500 millones de pesos, las cuales, según la empresa, deberán ser asumidas por el Estado.
A la espera de diálogo
Hasta el momento, no se ha confirmado la presencia de delegados del Gobierno para atender las peticiones de las comunidades movilizadas. Los indígenas aseguran que mantendrán el control intermitente del paso hasta que se logre una nueva mesa de negociación con compromisos verificables.
Este nuevo capítulo de movilización indígena en el Huila refleja el desgaste en la relación entre el Gobierno y los pueblos originarios, quienes insisten en que sus derechos territoriales y sociales siguen siendo postergados.
