Albert Ramdin, nuevo secretario general de la OEA

La Organización de Estados Americanos (OEA) eligió por aclamación al ministro de Relaciones Exteriores de Surinam, Albert Ramdin, como su nuevo secretario general para el período 2025-2030. Su designación se produjo tras la retirada de la candidatura del canciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano, quien declinó su postulación ante la falta de apoyo regional.

Retiro de la candidatura paraguaya y su impacto político

Según el medio RCC Paraguay, la retirada de Ramírez Lezcano se debió a una “articulación regional” de gobiernos de izquierda para bloquear su candidatura, argumentando que su postura provida y conservadora chocaba con la agenda progresista predominante en algunos países. Brasil, Colombia, Bolivia, Chile y Uruguay retiraron su respaldo, lo que dejó al diplomático paraguayo sin posibilidades de alcanzar el cargo.

El análisis del medio paraguayo resalta que la decisión no estuvo motivada por errores diplomáticos, sino por factores ideológicos. Además, cuestiona la justificación de la columnista brasileña Janaína Figueredo, quien en un artículo para O Globo señaló que Paraguay había cometido un “error” al buscar el respaldo de EE.UU. Sin embargo, RCC Paraguay sostiene que el país guaraní tenía razones estratégicas para fortalecer sus vínculos con Washington, especialmente en el contexto de la crisis financiera de la OEA.

Albert Ramdin y la nueva dirección de la OEA

El nuevo secretario general, Albert Ramdin, ha sido un defensor de la ideología de género y de una visión progresista dentro del organismo, lo que representa un giro con respecto a las posturas más conservadoras defendidas por su excompetidor paraguayo. Su elección refuerza la creciente polarización política en el continente, donde las decisiones en organismos multilaterales como la OEA reflejan cada vez más las divisiones ideológicas entre países.

Desafíos para la región

Con la elección de Ramdin, la OEA enfrenta el reto de mantener la unidad en un contexto de diferencias políticas marcadas entre sus Estados miembros. La ausencia de un liderazgo conservador en la organización supone un desafío para quienes defienden valores tradicionales en la región.

El impacto de esta decisión se verá en los próximos años, a medida que la OEA avance en temas clave como derechos humanos, democracia y cooperación internacional. Entretanto, la comunidad internacional observa de cerca el rumbo que tomará el organismo bajo el liderazgo de Albert Ramdin.